Estoy de vacaciones en casa de mi padre, llevo aproximadamente 15 días, aquí.
Hoy es uno de esos días en los que últimamente quisiera gritar, llorar, correr o simplemente dormir, sentimiento que a veces duraba hasta dos semanas en tener en mi interior algo que usualmente surgía por qué había sucedido algo.
Creo que el motivo de hoy es porque mi tío me dijo, “Entonces la casa es más importante que su abuela” ya que no la había ido a visitar en muchos días por estar haciendo otras cosas en mi domicilio, no me gusta salir mucho. El al terminar de decirme eso procedió su camino y yo el mío sin decir una palabra, pero con los ojos llorosos. Al llegar a mi destino, me senté en la oficina de mi padre mientras miraba hacia una ventana en donde tenía un hermoso paisaje, preguntándome.
¿Está mal ser así? ¿Está mal preferir estar en casa haciendo alguna cosa en el computador a ir a visitar a tu familia? ¿Está mal quedarse en casa a ver tu anime favorito a salir al parque más cercano? ¿Está mal solo acostarte en tu cama y ponerte a pensar a salir a caminar? ¿Está mal preferir leer a arreglarte para una reunión de amigos? ¿Está mal alejarte de tu teléfono sin contestar los mensajes porque en realidad no quieres hacerlo, porque simplemente no te dan ganas? .
La mayoría de veces las personas me preguntan qué porque soy así, que, porque no hablo con ellas, o no me comunico. Al final terminan tomándome rabia y prefieren irse a otro lugar.
¿No les ha pasado que a veces o la mayoría de las veces no saben cómo comunicarse con las personas? No saben que preguntar, o que responder o que decir, como actuar. A lo cual siempre terminas dando la impresión de ser alguien engreído o algo que se le parezca cuando en realidad no eres así y como resultado las personas piensan ello por el simple hecho de preferir no hablar o mirarlas para comenzar una conversación. Mi padre, las pocas personas a las cuales llamo familia, y algunos amigos, no entienden porque a veces prefiero ser una marginada que se queda en casa a salir. Siempre andan diciendo “Jamás la veo tomar un cuaderno para estudiar lo de su instituto, me imagino cuando empiece la universidad” o “Usted no nos quiere ¿Verdad? No quiere a su familia ya ni se comunica” “Esos muñecos le van a dañar la mente, si es que no lo han hecho ya” “Yo no entiendo que es lo hace tanto, pero le tendré que quitar ese computador”, “Usted si es como rara ¿no?” Y eso solo ha sucedido en estos quince días, sé que estamos hablando de mi padre, o de mi familia incluso de mis amigos, pero a veces realmente extraño mi apartamento en la ciudad. En ocasiones siento que hay una delgada línea entre las personas a mi alrededor que se me hace difícil atravesar.
